DEFINICIÓN DE CULTURA.
Es difícil definir cultura, pero podríamos hablar del conjunto de expresiones, costumbres, acciones, pensamientos, creencias y hábitos aprendidos de la comunidad que nos rodea.
Es decir: el hombre tiene, por naturaleza, una CAPACIDAD individual que es completada por un APRENDIZAJE Y DESARROLLO colectivo. Y, a su vez, el individuo transfiere sus propios conocimientos al resto de la sociedad para que aprendan. Es un proceso, pues de RETROALIMENTACIÓN.
Por medio de la cultura, pues, somos capaces de SUPERAR LA PROPIA NATURALEZA (los instintos, por ejemplo). Nuestra cultura mediterránea, por ejemplo, nos lleva a empatizar con el otro y buscar puntos de afinidad. O nuestra cultura judeo-cristiana nos lleva a proteger a los débiles.
Esto no es así en todas las culturas y, desde luego, no lo es con la misma intensidad.
Podríamos decir que el hombre tiene dos naturalezas: la biológica y la social.
Hay que entender, pues, a la sociedad que envuelve al ser humano desde su nacimiento para comprender al propio ser humano. Si un niño nace y se desarrolla dentro de una familia muy poco ahorradora, es difícil que él haga lo contrario por propia naturaleza. Al socializarnos, nos definimos.
La socialización consiste en la interiorización de normas, valores, creencias de forma inconsciente y acrítica. Este proceso no puede ser controlado a voluntad por la generación de más edad, dado que, no que es fruto de la teoría y el raciocinio, sino de identificaciones inconscientes que nos llevan a adoptar un código de valores tal que nos permita adaptarnos al entorno en el que vivimos.
Según Freud las normas de conducta socialmente establecidas son asumidas por el inconsciente. Esta instancia de la personalidad controla la conducta del yo consciente, sin que éste pueda defenderse de sus normas. El “yo”, la parte consciente de la personalidad, siente angustia ante las exigencias del inconsciente, y esta angustia le lleva a desarrollar mecanismos de defensa como la represión.
Sería una manera de explicar desde la cultura interiorizada el concepto cristiano de conciencia.
Levantemos esto en la medida de lo imposible.
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