martes, 31 de marzo de 2020

ECONOMÍA 1º. 31/03/2020


ASPECTOS CUALITATIVOS DEL TRABAJO

Ayer repasamos los principales aspectos que hemos estudiado hasta el momento acerca del trabajo y del desempleo -a los que habría que añadir los TIPOS DE DESEMPLEO-.

Muchos de ellos son aspectos cuantitativos, números. Pero hoy vamos a centrarnos en aspectos cualitativos del empleo. ¿Qué características principales ha tenido en el S.XX y cómo está evolucionando en el XXI.

EL TRABAJO EN EL S.XX

DIVISIÓN TÉCNICA DEL TRABAJO: de la mano de la industrialización, los trabajadores se especializaron en un progresivo menor número de tareas. Cuanto menos tareas se realicen, más se especializa el trabajador en ellas y, por lo tanto, más productivo es.
Hoy en día, la especialización no sólo afecta a trabajadores, sino a la misma producción de bienes y servicios de las empresas.
Ejemplo: en una cadena de montaje de coches, un operario se especializa en una única tarea, que repite constantemente.

MECANIZACIÓN: con la llegada de maquinaria en el S.XIX, el trabajo humano -al menos el físico- empezó a ser relegado. Una máquina no enferma, no descansa, no se despista, es programable y facilita la estandarización de la producción. Hoy sería impensable cualquier empresa sin la utilización de maquinaria especializada.
Ejemplo: un tanto por ciento mayoritario de las tareas de una cadena de montaje de coches lo realizan brazos articulados.

ORGANIZACIÓN: todos estos cambios requirieron repensar la actividad humana productiva. Surgieron así infinitas teorías sobre qué papel debería jugar la mano de obra y cómo organizarla dentro de un entramado de factores cada vez más complejo.
Ejemplo: el papel de los cajeros en los supermercados, que están pasando de operar en una única caja a atender varios puestos de autopago a la vez.

EL TRABAJO EN EL S.XXI

LA ROBOTIZACIÓN: el trabajo humano intelectual está empezando a ser desplazado -igual que lo fue el físico durante el S.XX) por ordenadores, por programas informáticos. La robótica avanza a pasos agigantados y parece no tener más límite que las propias dudas éticas sobre sus límites.
Ejemplo: las respuestas que obtenemos de los teléfonos de atención al cliente, muchas veces, ya no provienen de personas físiscas, sino de voces administradas por un sistema informático.

LA UBERIZACIÓN: el trabajo humano para ofrecer bienes y servicios a la masa consumidora carece ya de valor añadido. Lo importante es el trasfondo mecánico e informático de la actividad.
Ejemplo: lo realmente valioso de pedir comida a domicilio es la aplicación informática que se utiliza para ello, no tanto las condiciones del trabajador que nos la trae a casa. Por ello, sus condiciones laborales dejan mucho que desear.

LA REHUMANIZACIÓN: pero, paralelamente, en algunos sectores económicos se está volviendo a la atención personalizada. Cansados de la estandarización, valoramos la atención personal, el trato humano, la producción exclusiva.
Ejemplo: las casas rurales con actividades relacionadas con las costumbres del lugar, con comidas caseras, lejos de los complejos hoteleros de "todo incluido".

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